domingo, 29 de mayo de 2011

Beso Imposible

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Cuando tenía 10 o 12 años revisaba algunos cuadernos que encontré en mi casa. Uno de ellos era de anotaciones y letras de canciones y poesía de mi hermana Gloria. Una poesía que me gustó mucho es la que transcribo a continuación. Me gustó tanto que la memoricé desde aquella éapoca y aún la recuerdo. No se quién es el autor de la misma y en Internet la encontre en un página, pero sin autor. Siempre pensé que fué Gloria la autora del mismo.
Beso Imposible

Tan sólo el anhelo marchose conmigo
No pude besarte, pues tú no eres mío.
Después el camino fue el mudo testigo
del llanto de un amor de que triste partía.
Me fui de tu lado sin la despedida.
Con la llaga abierta, con el alma herida,
y el vivo recuerdo de aquellos días.
Pensaba de lejos poder olvidarte,
pero es imposible.
Pues llevo en los labios el ansia del beso
que no pude darte.

sábado, 21 de mayo de 2011

CREYENDO QUE ERA MOZUELA PERO TENÍA MARIDO...

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Y yo que me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.

El almidón de su enagua
me sonaba en el oído
como una pieza de seda
rasgada por díez cuchillos.
Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.

Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo, el cinturón con revólver,
ella, sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.

Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena
yo me la llevé del río.
Con el aire se batían
las espadas de los lirios.

Me porté como quien soy,
como un gitano legítimo.
La regalé un costurero
grande, de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.


FEDERICO GARCÍA LORCA